Hola mis queridos lectores hoy le quiero compartir esta historia de Olga
Salar.
Cuenta sobre una chica llamada Emma Ewing tiene alergia a la
primera vez, es decir ser muy, muy
sutil.
Según su contrastada teoría, la primera vez siempre es desastrosa:
el primer beso, el primer cigarrillo, la primera vez que conduces o que
intentas hacer medio decentemente el resultado siempre es el mismo, una
absoluta decepción. Pero toda regla tiene su excepción y esta tiene nombre
masculino y unos maravillosos ojazos azules. James McAllister le demostrará a
Emma que realmente la primera vez está sobre valorada.
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